llevo sin verte dos meses y no puedo continuar así. Se que no quieres saber nada más de mi, pero jamás he sentido lo que siento por ti. No duermo por las noches porque no estas al otro lado de la cama tocándome con el pie derecho. Por las mañanas, añoro tu sonrisa y tus ganas de tomar café con galletas. Hecho de menos cuando nos tiramos horas mirándonos diciéndonos todo con la mirada fija. Necesito volver a ver ese rostro, esas manos que acariciaba suavemente, ese pelo largo y sedoso, esos ojos inquietantes... te quiero.
Me encantan tus seis sonrisas, una cuando algo te hace reír de verdad, otra cuando te ríes sólo por cortesía, la tercera, cuando te sientes incómoda, otra cuando te ríes de ti misma, la quinta es cuando algo te sorprende, y la sexta… cuando hablas de tus amigos.
Eres mi único motivo por el que sigo vivo. Se como agachas la cabeza, levantas la mirada y te muerdes el labio superior.
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